Pintor Federico Cantú 1907-1989
La Orden de los Cartujos (en francés Ordre des Chartreux y en latín Ordo Cartusiensis, abreviado «O.Cart.») es una orden contemplativa de la Iglesia católica, fundada por San Bruno y San Hugo en el año 1084. Su lema, en latín, es Stat Crux dum volvitur orbis ("La Cruz se mantiene estable mientras el mundo da vueltas", o "La Cruz se mantiene erguida mientras el mundo está revuelto"). Las órdenes contemplativas, incluyendo a los cartujos, son la espiritualidad con menor número de miembros (las monjas son mayoría en las órdenes contemplativas).
La orden cartuja es de las más austeras en la práctica, esto es, caracterizada por la sencillez y moderación, además de rigurosa en el cumplimiento de las normas morales. A lo largo de su historia ha permanecido en la pobreza sin dejarse tentar por el lujo. Los monasterios de los cartujos son conocidos como cartujas y en ellos buscan los monjes una vida de contemplación y oración. La regla o regula de los cartujos recibe el nombre de Estatutos, que se basan en la Regla de San Benito, pero con añadidos propios.
Organización
Véase también: Anexo:Ministros generales de la Orden de los Cartujos
Cada cartuja está gobernada por un prior elegido por los padres y hermanos del monasterio. Es el responsable del monasterio y de las necesidades espirituales y materiales de los monjes. La orden cartujana siempre se ha resistido a las sugerencias de Roma de elevar a sus priores al rango de abades, a causa del ceremonial y la pompa que esto lleva consigo. El prior coloca a los monjes en los distintos cargos.
De paso y retomando el nombre y el buen gusto : La Chartreuse es un licor de hierbas francés, elaborado a partir de macerar ciertas hierbas en un aguardiente de alta graduación. El licor se denomina así en honor al monasterio cartujo de la Grande Chartreuse (en castellano: «la Gran Cartuja»), de donde procede, que toma a su vez el nombre del macizo de la Chartreuse (en castellano: «macizo de la Cartuja»), en los Alpes, la región de Francia donde se ubica el monasterio.
Historia
En 1605, el duque de Estrée entregó a los monjes de la cartuja de París un extraño manuscrito con una fórmula denominada «Élixir de Longue Vie» (Elixir de larga vida). Después de varios intentos infructuosos los herboristas de la cartuja consideraron que la receta era demasiado compleja y la abandonaron. Pero la receta fue rescatada y siglo y medio más tarde la farmacia de la Gran Cartuja, en Saint-Pierre-de-Chartreuse, empezó a elaborar el llamado «Élixir végétal» (Elixir vegetal) y a comercializarlo en 1764. La distribución se limitaba a las cercanas Grenoble y Chambéry, pero su popularidad fue en aumento. A partir del elixir vegetal, los cartujos elaboraron un digestivo al que llamaron «Liqueur de santé» (Licor de salud).
La Revolución francesa dispersó la orden monástica en 1793 y los monjes dejaron de destilar su licor. En 1816, regresaron al monasterio de la Gran Cartuja y retomaron su actividad. A partir de 1840 elaboraron la llamada chartreuse amarilla, mas suave que su antecesora, la chartreuse verde. En 1860 construyeron la destilería del monasterio.
En 1903 los cartujos son expulsados de Francia. Se llevan su secreto e implantan una destilería en Tarragona (España) que se convierte en el centro de elaboración del licor, al que llaman "Tarragona". Lo fabricaron también en Marsella de 1921 hasta 1929, bajo el mismo nombre de "Tarragona". Después de la Segunda Guerra Mundial, los cartujos fueron autorizados a regresar a territorio francés y a reinstalarse en el antiguo monasterio, pero la destilería fue reabierta en Voiron, a veinticinco kilómetros del monasterio. La chartreuse se siguió fabricando en Tarragona hasta 1989, fecha de cierre de la destilería. Desde entonces sólo se elabora en Voiron (departamento de Isère).
Bo
Colección de Arte Cantú Y de Teresa
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